Sequoia National Park

Los dos días siguientes los dedicamos al Sequoia National Park. Era un lugar al que también llegaba con muchas ganas. En varias ocasiones había visto reportajes de esos magníficos arboles. Una vez más un lugar al que jamas había pensado que vendría. 

El día comenzó como terminó, fuimos a desayunar a un lugar que nos recomendaron. Diría que el único lugar que había en la zona. Era un lugar que habían reabierto y estaba regentado por dos chicas. Tenían menús de desayuno de esos de huevos con bacon o salchicha, pan o bagel, y pankaques ... y café a tope. Con este desayuno ya se puede afrontar el día. Otro lugar auténtico.

El camino de acceso al parque iba a ser largo, ya

que debido a los efectos del invierno solo estaba abierto uno de los dos carriles. Nos costó un rato pasar y aún así continuaba una extraña caravana. Al llegar al punto crítico vimos la razón. Había un oso en el arcen olisqueando y comiendo tranquilamente. Cada coche que pasaba tomaba la foto y continuaba. Curioso. Llegamos al visitor center y después de concocer un poco más de las sequoias, tuvimos la oportunidad de ver otro oso que merodeaba. No se quien era más peligroso, el oso o las decenas de personas "disparando" las cámaras. Cuando oí rugir al oso tuve claro que desde mi punto de vista él era más peligroso. Llego un ranger para hacer que el oso se alejara, por su propia seguridad.

Hay tres sequoias que se disputan ser "la más". Si no recuerdo mal, Boole tree es la más antigua, Grant la más grande en el peso de su tronco y Sherman la más grande en dimensiones de su base. Aunque no se sabe la edad exacta de estas sequoias, se sabe que rondan entre los 1800 y 2700 años. ¡Que barbaridad! Os imaginais en qué epoca nacieron, lo que han visto pasar... En el visitor center también explican la magnitud de estas sequoias: si se pusieran en una autopista ocuparían 3 carriles, su altura media equivale a la distancia de una portería a otra (de un campo de futbol américano), cualquiera de estos árboles es más alto que la estatua de la libertad.. Otro de los aspecto llamativos es la necesidad del fuego para la supervivencia de estos árboles. Es necesario por que limpia el bosque y permite el acceso de más luz para las supervivientes, las más débiles perecen, además sirve para liberar el suelo de las plantas invasoras. Es realmente sorprente lo bien que esta todo coordinado en la naturaleza.

Después de docomentarnos debida mente fuimos a visitar los dos árboles principales: Grant y Sherman. El recorrido por el primero de ellos es realmente agradable (exceptuando algunos diminutos gritones incontrolados). En el recorrido se ven distintas sequoias, incluso una que cayó hace decenas de años y continua la corteza intacta, se puede atravesar andando. También por el camino se ve la cabaña de los hermanos Gamlin, también fue utilizada en su momento por la caballería y por los rangers. Si algún día desaparezco estaré en un lugar parecido a este.Es impresioante caminar entre estos árboles tan gigantescos, miras hacia arriba y parece que no ves su final.

Después recorrimos el trail que lleva al Sherman, otra sequoia impresionante. Durante el camino se pueden ver otras sequoias algunas de las cuales parecen que crecen de un mismo punto, son como gemelas. Tambíen hay un lugar donde se aprecia la secciónde una sequoia que ya no está con nosotros ;-). Con lo que aprendimos en el visitor center, sabemos que según los anillos se puede ver cómo fue un año en concreto, si fue lluvioso, seco. Se pude determinar también, cuando sufrió un inciendio. Hay mucha información en un tronco.

Para el final del día dejamos el ascenso a Moro Rock (2050mt). Aunque el recorrido hasta la cumbre no es muy largo, no es para cualquiera. La ascensión es empinada, hasta el punto de tener un montón de escaleras, hay lugares que dan vértigo a cualquiera. Hace falta tener ganas para subir hasta arriba, vimos a más de alguno desistir. Cuando llegas a la cumbre que tiene una forma redondeada sigue manteniendose la tensión del vértigo. Menos mal que está todo vallado, aun asi causa una gran impresión. Pero desde luego, las vistas desde la cumbre merecen la pena. Otro lugar para hacer grandes respiraciones y tomar aire.

Por mucho que escriba y que trate de transmitir, la sensaciones cuando se recorren estos bosques hay que vivirlas.