La Great Ocean Road es una carretera costera que se extiende unos 245 kilometros entre Torquay y Warrnambool, hay quien dice que la carretera transcurre desde Geelong hasta Portland. Fue construida por veteranos australianos de la Primera Guerra Mundial y está dedicada a ellos. Es una carretera muy peculiar porque permite disfruta de distintos paisajes todos ellos maravillosos.
Dicen que se puede recorrer en dos días pero me parece poco tiempo y es que a lo largo del camino tienes innumerables paradas para disfrutar de las vistas. De repente estas maravillándote con playas interminables, como con unos bosques o marismas, y en cada lugar animales diferentes: canguros, koalas, focas, ballenas, walavies…
El inicio de la travesía que realicé fue Torquay. Al llegar al lugar me quedé alucinada con las tiendas gigantes de todas las grandes marcas de Surf: billabong, quicksilver… Era como un mega-centro comercial que deslumbraba con carteles de las distintas casas. Llegué a la tarde-noche sobre las 18:30 y fue un poco descorazonador tratar de buscar un lugar para cenar y resultó casi misión imposible. TODO cerrado. Fue un bajón, encontrarte a las 18:30 por calles desiertas… Juas juas, fui al Hostel que tenía una zona de cocina y sala de estar con TV. Había un Aussie gigante (con el mono de curro) con unas barbas hasta el ombligo con el mando de la tele, a ver quien le discutía. Así que prontito a la cama y a madrugar al día siguiente.
Sin duda mereció la pena madrugar. Me dejé caer en la playa más cercana y fue espectacular con un cielo azul sin una nube, los acceso a la playa todos de jardines impecables, temperatura agradable, un mar con olas chulísimas… el paraíso. Y encima dejan pasear a los perros ;), te ponen en el acceso a la playa un dispensador de bolsas para recoger los “recuerdos”.
Luego de camino a la que era la gran playa (Bells Beach) la meca del surf, me fui encontrando con playas igual de bonitas y agradables. Algunas de ellas con bastantes surfers. Esta muy bien, porque aquí hace surf todo el mundo: el jubilado, el ama de casa, los jóvenes estudiantes … De hecho, en una de las playas me encontré con una excursión de colegio que iban a hacer surf.
Para la tarde deje la visita a los canguros en el campo de golf de Anglesea y la visita al faro de Split Point. Se me terminaba el día y había llegado a Lorne, donde tenía previsto hacer unas cuantas rutas pero sólo me dio tiempo a acceder a una vista panorámica de la ruta. El final del trayecto lo hice conduciendo por una sinuosa carretera que casí se caia al mar y llegaba a Apollo Bay.
Aupa Amaia! Ya veo que te va todo bien, algunos ya estamos de vuelta al curro y tú no has llegado todavía ni a mitad del viaje, sigue aprovechando el tiempo todo lo que puedas y sigue dándole al blog, así los demás nos enteramos de lo bien que estás. Un saludete de los de departamentales. Santi.
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