Los dos días siguientes los dedicamos al Sequoia National Park. Era un lugar al que también llegaba con muchas ganas. En varias ocasiones había visto reportajes de esos magníficos arboles. Una vez más un lugar al que jamas había pensado que vendría.
El día comenzó como terminó, fuimos a desayunar a un lugar que nos recomendaron. Diría que el único lugar que había en la zona. Era un lugar que habían reabierto y estaba regentado por dos chicas. Tenían menús de desayuno de esos de huevos con bacon o salchicha, pan o bagel, y pankaques ... y café a tope. Con este desayuno ya se puede afrontar el día. Otro lugar auténtico.