jueves, 16 de agosto de 2012

Yosemite: Glacier Point

Para nuestro último día por Yosemite dejamos la parte sur del valle: Glacier Point. La idea era dar un paseíto por esta nueva zona.


Accedimos por la entrada sur del parque, de camino hacia Glacier Point, vimos un view point que había mucha gente. Decidimos parar y primer flash, unas vistas impresionantes. Casi primer plano de HalfDome y el valle por donde surge el río Merced recogiendo el agua de las cascadas Vernal, Nevada e Illouette. Se veía la cascada Vernal, en la que habíamos estado y la cascada Nevada alla abajo.  Y en el horizonte mas alla un montón de picos y una cresta hacia el sur… buff no daba la vista. Era para quedarse ahí mirando, una vez mas estando fijándose un rato aparecían detalles que antes no me había dado cuenta. Pero el deber nos llamaba.

Seguimos hasta Glacier Point para hacer la típica ruta de paseo hasta cascada o lago, bañito y vuelta. Creo que es la primera vez que voy al monte o a hacer un trek o lo que sea y a la ida bajo y a la vuelta subo. El tema es que este recorrido está pensado para caminar 6-7h y hacer todo el recorrido hasta bajar al valle. Pero así era demasiado fácil  ;-).
Después de seguir alucinando con las vistas de pájaro de todo el valle, Tenaya trail, HalfDome,  Yosemite falls, Yosemite valley, Merced river, Vernal and Nevada falls….  comenzamos las ruta. Se trataba de una senda que zigzagueando iba bajando hacia la cascada, siempre con la vista del HalfDome a la derecha. Con un sol que quemaba y que no animaba a caminar. A cada rato parando a tomar fotos por que eran vistas distintas HalfDome. El bosque era curioso, un monton de sequoias gigantes. Algunas de ellas no habían sobrevivo a los incendios y  allí estaban medio caídas, apoyadas en otros arboles, esperando al próximo incendio. Algunas otras caídas en el suelo haciendo de compost para el resto de plantas, descomponiéndose poco a poco. La perfecta expresión del ciclo de la vida.
Tras hora y media de bajada llegamos al curso del rio que se convierte en cascada. Que alivio después de tanto solazo!!. Un gusto tumbarse en una roca, a la sombra, oyendo el estruendo del rio. Hoy a mi no me tocaba baño, sólo refrescarme. Me quedé embobada viendo a un pececillo de unos tres centímetros que luchaba contra la corriente. Si yo me sumerjo en el agua me lleva la corriente, y ese pececillo ahí aguantaba, que increíble. Estudiando la corriente se movia a un lado y conseguía avanzar unos centímetros, al rato retrocedía el triple, pero allí aguantaba la corriente. No se cansa? Luego vino otro, y la misma jugada, pero este desistió antes y se fue a descansar a un pocito, ¿cómo saben que ahí no hay corriente? Igual esa poza es todo su mundo. Igual me está dando mucho el sol.
La vuelta era cuesta arriba, así que con calma. En un recodo del camino se veía la cascada, vaya vértigo!!. Antes de caer el río tuerce hacia la derecha, cae una mini cascada a un pocito de de ahí la gran cascada que alimenta al rio Merced. Es sol ya no era tan fuerte, pero aun así no ayudaba en la caminata. Que curiosos los distintos soles, a la mañana cómo se agradece ese amanecer, sol suave, cálido… Al mediodía quema abrasa, no da tregua. Y al anochecer otra vez calido de despedida dejando paso al leve frescor.
Como era la hora de la cena, nos encontramos con un ciervo comiendo entre los arbustos, este era  más tímido y desapareció. Aunque parecía imposible que pudiera esconderse entre esa mata tan densa de arbustos. Una vez mas me recordó el ciclo de la vida, que asumido lo tienen las plantas, los animales, los árboles. Cada uno sabe cual es su papel, el árbol que cae y sirve de leña para el siguiente incendio, o de compost para esas plantas que el ciervo come, quien a su vez será comido por un león de monte ….

En el camino de vuelta, decidimos parar para hacer otra rutilla que parecía corta, se trataba del Sentinel Dome. Esta cima es una de las que se vé cuando cruzas el tunel de acceso al valle de Yosemite. La altura de la cima es del 2477mt, lo cual no está nada mal. Pensabamos que la ruta daba acceso a una vista de esta cima, pero para nuestra sorpresa subía hasta la misma cima. Así que ahí fuimos a hacer cumbre. Una vez más las vistas espectaculares, para coger aire. Daban ganas de quedarse ahí mirando infintamente y no hubiese sido una mala opción quedarse ahí a ver la puesta de sol.

2 comentarios:

  1. Que recuerdos Amaia! Y que envidia me das! Por cierto osos?

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  2. Un par de ositos ya vimos, y menos mal que eran pequeños por que al oirle rugir, uauuuu...

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